Nunca jamás nada me gusta...

No hay nada mejor que quejarse de la gente, del sistema, de nuestro físico, de lo malos que son los profesores y el sistema educativo, los impuestos, el América y los Cowboys, de Cuauh y de Calderón, de todo.
Así que: ¡No se amargue usted la vida solo cuando puede hacerlo acompañado!

jueves, 10 de diciembre de 2009

No me gusta... No, más bien ¡SÍ me gusta ser vieja!

Ayer fui a un bar no muy prestigioso pero sí muy popular. Algunas veces vamos mi befa y yo y algunos nos pagan los tragos coquetos, pero ésta vez sería diferente pues llevabamos a dos amigos machos (ya saben, cuándo no son puras viejas todos los susodichos se hechan para atrás).
Bueno, yo era una señora amargada por mi pésima situación sentimental bebiendo cerveza oscura con mis amigos, hasta que (para mi sorpresa) llegó un trago de malibú, vodka y jugo de piña a mi lugar (creo que eso era... y si no ps por allí andaba). Él se llama Alex y tuve el gusto de charlar con él en el área de fumar (o sea afuera del bar, haciendo pinche frío mil).
Me pude haber quejado cien veces antes, pero se que el destino hace su mayor esfuerzo para hacer que me coma lo que digo y ayer lo logró.

Reproche no. 1 > Jamás me interesaré en un médico, me caga que dentro o fuera del consultorio sigan siendo super demandados. Sí, me como lo que digo.
Reproche no. 2 > Jamás volveré a beber vodka. Sí, me como lo que digo, sabía rico el trago.
Reproche no. 3 >njadfjkdang... SÍ, la cagué güeeey, me como lo que digo.


Y ahora sí, que chingón ser vieja... porque aunque a veces me cague esperar a que al pendejo del sexo opuesto se le ocurra tomar la iniciativa, cuándo lo hace es lo mejor de la vida. Recuerda güey: "sweet is never the sweet without the sour".

No hay comentarios:

Publicar un comentario